TARTA DE PIÑA



Antes de nada, aprovecho esta tarta para felicitar a todos los papás, Josés y Josefas.... ¡Muchas felicidades!

Imagino que os pasa a vosotros también. Cuando probamos algo nuevo, y nos encanta, lo saboreamos y degustamos como si fuera la última vez, pero también intentamos identificar todos los ingredientes, para después reproducirlo en nuestras cocinas. En esta ocasión, no me hizo falta. Esta tarta de piña la hace mi vecina Mercè, que no le gusta mucho cocinar, pero he de reconocer que la tarta le sale estupenda. Hice algunos cambios para adaptar su receta aún más a nuestro gusto, y el resultado fue espectacular. Muy rica, suave, la textura queda tipo mousse, con un ligero y ácido sabor a piña. Y lo mejor de todo, nada dulzona. ¡Doy fe que a los "no golosos" les ha encantado! O eso o en mi nevera hay ratones que se comen las tartas de piña por la noche.

No volveré por aquí hasta el próximo miércoles. Lo haré con una nueva videoreceta, de esas que dejan a nuestros invitados con la boca abierta. Estos días estaré en Córdoba, participando en el blogtrip #ILikeCórdoba. Podéis seguir mis andanzas por esa maravillosa ciudad a través, sobre todo, de Instagram. Pero también haré resúmenes diarios en Facebook, Twitter y Google +. Y, por supuesto, habrá vídeo del evento en un par de semanas. Es un viaje que nos apetece mucho y que pensamos disfrutarlo a tope.

RECETA EN VÍDEO


THE MJ COOKING SHOW (3x33)
DULCE Y PELIGROSA: Tarta de piña

INGREDIENTES: molde de 22 cm

820 g de piña al natural (1 lata grande)
6 melindros o bizcochos de soletilla
10 g de gelatina neutra en polvo (o grenetina)
500 ml de nata para montar (o crema para batir)
Azúcar (al gusto)
4 rodajas finas de piña fresca
Azúcar moreno

PREPARACIÓN:

Es importante usar piña de lata, pues con piña fresca no cuajará. Echamos la piña en el bol de la batidora. El zumo de la lata lo vamos a repartir en un bol pequeño y en un cazo.

Como base de la tarta vamos a utilizar unos melindros, también llamados bizcochos de soletilla. Cubrimos toda la base del molde con los melindros y rellenamos los huecos con trocitos de bizcocho.

Echamos el sobre de gelatina en el bol con el zumo y removemos. Reservamos. Ponemos el cazo al fuego. Mientras tanto, trituramos la piña. Retiramos el cazo del fuego cuando rompa a hervir y añadimos la mezcla con la gelatina. Removemos hasta que esté completamente disuelta. Reservamos

Vamos ahora a montar la nata. Le añadimos azúcar glas, a nuestro gusto. Es importante que la nata esté bien fría para que monte bien. La dejaremos semi montada.

En un bol, vertemos el zumo de la piña que teníamos en el cazo reservada. Añadimos la pulpa de la piña triturada, removemos y vamos incorporando la nata poco a poco. Yo lo he hecho en tres tandas. Removemos con una espátula con movimientos envolventes.

Echamos la masa en el molde, cuyo borde hemos cubierto con acetato, de esta manera quedará mejor al desmoldarla. También podéis poner papel vegetal. Igualamos la superficie y reservamos en la nevera un mínimo de 6 horas.

Pasado el tiempo, desmoldamos y retiramos el acetato. Decoramos al gusto. En este caso, he usado unas rodajas de piña fresca caramelizadas. Tan fácil como echar azúcar moreno sobre las rodajas de piña y quemar con un soplete.

Cualquier duda, mira el vídeo.

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