TARTA TRES CHOCOLATES


Hoy os traigo una tarta "archimegaconocida", muy fácil de preparar y bastante resultona. Esta sí que puede decirse que es sólo apta para "súper golosos", por lo que tiene auténticos fans y detractores. Si queréis saber mi opinión, lo cierto es que sólo fui capaz de probar el trocito de rigor para saber que no iba a envenenar a nadie. Y rica estaba, pero muy dulzona, a pesar de no llevar ni un gramo de azúcar. Y es que yo no soy muy chocolatera, por lo que era lógico que esta tarta no pasaría a ser una de mis favoritas.

Si la he hecho ha sido, sobre todo, para todos los amigos mexicanos que me siguen en YouTube, y que me la han pedido infinidad de veces. Insisto, si sois chocolateros, ¡la tarta os encantará!

INGREDIENTES: molde 24x24 cm

250 g de chocolate negro
250 g de chocolate con leche
250 g de chocolate blanco
600 ml de nata para montar
600 ml de leche
3 sobres de cuajada

Para la decoración:
100 g de chocolate negro

PREPARACIÓN:

Esta tarta  se prepara en 3 partes, todas por igual. En primer lugar preparamos la capa de chocolate negro. Echamos 50 ml de leche en un bol y añadimos 1 sobre de cuajada, removemos hasta su total disolución y reservamos.

Ponemos un cazo con 200 ml de nata y 150 ml de leche. Ponemos a fuego medio. Cuando veamos que empieza a burbujear, echamos el chocolate negro troceado y ponemos a fuego bajo. Removemos hasta la total disolución del chocolate. En este instante añadimos la leche que teníamos reservada con el sobre de cuajada y removemos durante 5 minutos más, no debe hervir.

Vertemos sobre el molde, al que hemos puesto un acetato a todo el lateral. Es importante dejar el molde en un sitio que no moleste, puesto que parte del éxito de esta tarta reside en que las tres capas queden perfectamente diferenciadas. Por lo tanto, no debemos mover el molde hasta que esté cuajado.

Realizamos el mismo proceso con el chocolate con leche. Al verterlo sobre la capa de chocolate negro es importante frenar la caída con una cuchara, no os preocupéis por que ambas capas se junten, el tiempo entre proceso y proceso es suficiente para que la capa que tenemos en el molde haya cuajado y no se mezclen.

Repetimos la misma operación con el chocolate blanco. Una vez cuajada la tarta, la dejaremos en la nevera durante 24 horas, tras este tiempo estará lista para devorarla.

La decoración va un poco al gusto. Yo he usado unas sencillas láminas de chocolate negro. Para ello, derretimos el chocolate en un bol al microondas, a temperatura media, en intervalos de 20 en 20 segundos. Una vez derretido lo introducimos en un biberón o manga pastelera. Hacemos dibujos a nuestro gusto sobre un acetato y tapamos con otro acetato. Dejamos enfriar en la nevera durante 10 minutos. Retiramos con cuidado el acetato y colocamos encima de nuestra tarta las láminas de chocolate.

Receta adaptada de mi querida Ana de 'Las Recetas de Mamá'.

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