LOS MEJORES MACARRONES GRATINADOS


Hacer unos macarrones gratinados puede ser algo muy sencillo, basta con echarle queso para fundir por encima a cualquier receta de macarrones y gratinarlos. Pero para llevar nuestros macarrones a otro nivel tampoco hace falta hacer piruetas en la cocina, os enseño mis trucos (todos fáciles y asequibles) para hacer los mejores macarrones gratinados en casa.


RECETA EN VÍDEO


MACARRONES GRATINADOS

INGREDIENTES:

500 g de macarrones
400 g de carne picada de ternera
1 berenjena
1 calabacín
1 cebolla
2 dientes de ajo
400 g de tomate triturado
1 cucharada sopera de tomate concentrado
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta negra
Sal

Para la bechamel:
500 ml de leche entera
35 g de mantequilla
35 g de harina de trigo
Pimienta negra
Nuez moscada
Sal

Para gratinar y montar el plato:
Queso parmesano
Queso mozzarella

Utilidades:
Tabla de equivalencias
Dónde comprar mis utensilios

PREPARACIÓN:

Pelamos y picamos finamente un par de dientes de ajos. Picamos también muy finamente una cebolla y reservamos. Voy a utilizar 400 g de carne picada de ternera, aunque podría ser mixta, de cerdo o de pollo. 

En una sartén grande y honda echamos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, salpimentamos la carne y la sofreímos ligeramente, simplemente queremos que cambie de color. Es muy importante picar la carne para que quede suelta, que no nos queden pegotes. La reservamos en un bol mientras continuamos con el sofrito. En la misma sartén y sin necesidad de lavarla echamos un poco de aceite de oliva y doramos ligeramente el ajo picado. Justo cuando empiece a dorarse incorporamos la cebolla picada. Salamos un poco para que vaya soltando el agua y se vaya pochando a fuego medio-bajo. Una vez bien pochada incorporamos la berenjena y el calabacín picados, salamos ligeramente, también para provocar que vaya soltando su agua. Si fuera necesario podéis echar un poco más de aceite. Veréis como poco a poco la verdura se va pochando y se va reduciendo, debemos tener paciencia y dejar que la verdura se caramelice, unos 30 minutos aproximadamente. Incorporamos la carne que teníamos reservada, echamos una cucharada sopera de tomate concentrado y 400 g de tomate triturado. Mezclamos bien y salpimentamos al gusto. Removemos y dejamos a fuego medio-bajo para que se vaya cocinando el tomate poco a poco. Reservamos.

Preparamos la bechamel. Echamos en un cazo 35 g de mantequilla. Cuando se haya derretido añadimos 35 g de harina de trigo, mezclamos bien con unas varillas y cocinamos la harina 5 minutos. A continuación vertemos 500 ml de leche entera tibia. Seguimos removiendo con las varillas, esto hará que se deshagan los posibles grumos. Echamos sal, pimienta negra y nuez moscada al gusto. Removemos hasta que la bechamel rompa a hervir y haya espesado un poco, no queremos una bechamel muy espesa sino más bien ligera para que se mezcle bien con la salsa y la pasta. Reservamos en el mismo cazo.

Ponemos abundante agua en una olla y, cuando empiece a burbujear, echamos sal al gusto. Incorporamos la pasta y la dejamos hervir según indicaciones del fabricante. Si os gusta al dente podéis retirarla uno o dos minutos antes del tiempo indicado puesto que luego la pondremos a gratinar en el horno. Escurrimos y echamos la pasta directamente en la bandeja donde vayamos a gratinarlos. A continuación echamos la salsa, echamos un poco de bechamel, parmesano rallado al gusto y un puñado de mozzarella, la cantidad también al gusto. Mezclamos bien y con paciencia. Una vez que está todo bien mezclado, cubrimos con el resto de bechamel, ponemos mozzarella rallada al gusto, un poco de parmesano rallado y al horno con la opción gratinador durante 5-10 minutos o hasta que esté dorado a vuestro gusto. 

Cualquier duda, mira el vídeo.

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