ENSALADA GOURMET (CON TRUCO)


Aprovecho esta receta para participar en el concurso que organizan Neus y Sonia, para celebrar el primer aniversario del 'Pienso...luego cocino'. Un blog muy interesante donde novatos, cocinillas y más de un experto encuentran soluciones y trucos que no dejan de sorprendernos. No sé de donde sacan información estas chicas, pero allí lo mismo nos fríen una corbata que nos planchan un huevo ;)

INGREDIENTES: 2 personas

Brotes mézclum
1 bote de setas variadas (160 g)
Jamón de pato
4 langostinos
Vinagre de Módena
Aceite de oliva virgen extra
Sal
1 c/c de mostaza de Dijon
Piñones

PREPARACIÓN:

Cocemos en agua con sal los langostinos. Pelamos y reservamos (este paso es recomendable hacerlo antes para que los langostinos estén fríos). Salteamos las setas con 1 c/s de aceite de oliva virgen extra. Reservamos.

Preparamos la vinagreta, para ello echamos un chorrito de vinagre de Módena en un bol, añadimos 1 c/c de mostaza de Dijón, incorporamos aceite de oliva (al gusto) y sal. Añadimos los piñones, emulsionamos y reservamos.

Para presentar la ensalada utilizamos un molde de emplatar redondo. Repartimos las setas entre dos moldes y ponemos un puñado de brotes. Ponemos por encima el jamón de pato y decoramos con 2 langostinos en cada plato. Vertemos la vinagreta por encima de la ensalada y... ¡a comer!

Esta receta la vi en la revista LECTURAS.

EL TRUCO:


No sé si os ha pasado, pero a veces tenemos botes que parecen haber sido cerrados por el diablo (es el caso del bote de setas utilizado en esta receta). Para estas ocasiones tengo un par de trucos:

1.- En primera instancia, uso un trozo de neumático (idea de mi suegro, al que familiarmente llamo McGyber). Es bastante útil y, en el 95% de los casos, consigo abrir todos los botes. La goma se adhiere perfectamente a las tapas y no se resisten.

2.- Para el 5% restante hay un truco utilizado por los marineros y consiste en introducir un cuchillo (fuerte) entre la tapa y el bote y hacer palanca. En seguida escucharemos una especie de "crack" y sabremos que hemos "roto el vacío". Entonces, el bote abrirá tan suavemente que hasta un niño podría abrirlo. El problema de esta segunda opción es que deja inutilizado el bote para próximos usos.

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