CHEESECAKE DE TIRAMISÚ



Se acerca el verano, pronto llegarán los ricos platos fríos y los helados. Ahora que lo pienso, todavía no he hecho ninguna tarta helada, creo que tendré que solucionarlo. Pero, hasta entonces, os dejo con otra de mis cheesecakes. No sé como he llegado a adorar tanto las cheesecakes. Imagino que porque en casa no somos muy de dulces y, sin embargo, estas tartas gustan a todos a rabiar, aparte de estar riquísimas y admitir cualquier variante... ¡Son las únicas tartas que no reparto entre mis vecinos! jajaja

El caso es que el tiramisú es uno de nuestros postres favoritos y llevaba tiempo con la idea de hacerlo como tarta de queso. Después de buscar recetas, lo cierto es que ninguna me convenció, así que opté por adaptar mi cheesecake de Oreo y reconvertirla en esta cheesecake de tiramisú. ¡El resultado fue increíble! Si te gustan las cheesecakes te encantará; si te gusta el tiramisú también te encantará; pero si te gustan las dos cosas, ¡alucinarás!

RECETA EN VÍDEO


THE MJ COOKING SHOW (3x48)
DULCE Y PELIGROSA: Cheesecake de tiramisú

INGREDIENTES: molde de 22 cm

180 g de galletas Digestive
80 g de mantequilla punto pomada
6-7 melindros
Cacao en polvo

Para la mezcla de queso:
100 ml de agua
30 ml de Amaretto
8 g de café soluble
80 g de azúcar
8 hojas de gelatina neutra (16 g de grenetina)
750 g de mascarpone

Para la nata montada:
400 ml nata para montar (crema para batir)
50 g azúcar

Para el vaporizador:
Agua
1 cucharada de café soluble
2 cucharaditas de azúcar

PREPARACIÓN:

En primer lugar introducimos las hojas de gelatina en agua fría y dejamos unos 5 minutos aproximadamente. En un cazo echamos el agua, el amaretto, el café soluble y el azúcar. Removemos y llevamos a ebullición, de esta manera se evaporará el alcohol y los niños también podrán comerse la tarta. Cuando rompa a hervir, escurrimos las hojas de gelatina y las incorporamos, removemos y dejamos hervir durante 1 minuto o hasta que la gelatina esté totalmente disuelta.

Reservamos y dejamos entibiar. Preparamos el café para bañar posteriormente los melindros, añadimos azúcar al gusto y lo echamos en un vaporizador. Reservamos.

Trituramos las galletas. Añadimos la mantequilla punto pomada y mezclamos bien. Lo ponemos en un molde desmontable donde habremos puesto papel vegetal en el fondo y cubrimos. Alisamos con ayuda de una cuchara y reservamos en la nevera mientras preparamos la mezcla de la tarta.

Echamos el queso mascarpone en la batidora. Batimos un poco con el batidor plano y vamos incorporando poco a poco la mezcla de café que contiene la gelatina disuelta y que teníamos reservada. Una vez integrados todos los ingredientes, lo reservamos en un bol.

Vamos a montar la nata. Recordad que debe de estar bien fría. Añadimos el azúcar y batimos con la varilla tipo globo. No es necesario montar la nata del todo, la dejaremos semi montada. Y ahora vamos incorporando la nata poco a poco a la mezcla de queso con ayuda de una espátula y con movimientos envolventes.

Llenamos el molde con la mezcla de queso y nata hasta la mitad aproximadamente. Alisamos bien con ayuda de una cuchara. Ahora vamos a poner una capa de melindros por toda la superficie, para ello rociamos de café ligeramente la parte de abajo y colocamos por toda la tarta. Hay quien sumerge los bizcochos en el café, pero a mi no me gusta porque luego el bizcocho se deshace y queda muy aguado. La idea es cubrir toda la superficie así que iremos recortando los bizcochos para cubrir todos los huecos. Una vez cubierta toda la tarta rociamos los bizcochos con café. Cogerán todo el sabor del café y el bizcocho se mantendrá entero.

Cubrimos con el resto de la mezcla y alisamos. Para que os quede perfecto podéis utilizar una espátula o incluso un cuchillo largo liso. Introducimos la tarta en la nevera un mínimo de 6 horas.

Ahora vamos a desmoldarla y decorarla. Pasamos un cuchillo alrededor de la tarta aunque antes de quitar el aro del molde la vamos a decorar. En esta ocasión he hecho unos círculos que utilizaremos para decorarla. Los colocamos aleatoriamente por la superficie de la tarta y espolvoreamos cacao en polvo. Retiramos los círculos con mucho cuidado de que no se nos caiga el cacao y colocamos unos granos de café dentro de los círculos, que serán sólo decorativos...

Abrimos el molde y con mucho cuidado desmoldamos. Emplatamos en la fuente o bandeja donde vayamos a servir nuestra tarta y a disfrutarla, os aseguro que os encantará.

Cualquier duda, mira el vídeo.

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