CHEESECAKE DE CHOCOLATE BLANCO Y FRESAS


Hoy toca, una vez más, cheesecake. En esta ocasión, una tarta de queso con chocolate blanco decorada con fresas. Es una tarta horneada muy fácil de hacer, tan rica como mi querida New York Cheesecake, pues he utilizado prácticamente la misma receta. Si os va el dulzor del chocolate blanco, esta tarta os va a encantar.

RECETA EN VÍDEO


CHEESECAKE DE CHOCOLATE BLANCO Y FRESAS

INGREDIENTES: molde 20 cm

Para la base:
175 g de galletas
70 g de almendra en polvo
100 g de mantequilla derretida

Para el relleno:
750 g de queso mascarpone
200 ml de nata para montar
100 g de azúcar glas
4 huevos
3 cucharadas de harina de trigo
180 g de chocolate blanco (muy picado)
1 cucharadita de extracto de vainilla

Para decorar:
12 fresas
Chocolate blanco derretido
Hojas de hierbabuena

Utilidades:
Tabla de equivalencias
Dónde comprar mis utensilios
Kenwood Multione

PREPARACIÓN:

Para la base trituramos 175 g de galletas, tipo digestive. Echamos la galleta bien triturada directamente sobre un molde desmontable de 20 cm, cuya base esté forrada con papel vegetal. Incorporamos 70 g de almendra en polvo y 100 g de mantequilla derretida. Mezclamos hasta que toda la mezcla sea homogénea. Aplastamos bien por toda la superficie del molde, incluso hasta la mitad de las paredes. Reservamos en la nevera hasta el momento de echar el relleno.

Vamos con el relleno. Echamos 750 g de queso mascarpone en el bol de la batidora. Añadimos 200 ml de nata para montar y batimos con la pala plana a velocidad baja. Incorporamos 100 g de azúcar y 4 huevos uno a uno, sin dejar de batir. Una vez bien integrado todo echamos 3 cucharadas soperas colmadas de harina de trigo. Sin dejar de batir, incorporamos 180 g de chocolate blanco de cobertura muy picado y una cucharadita de extracto de vainilla. Echamos el relleno sobre la base de galleta de nuestro molde y alisamos. Horneamos con el horno precalentado a 175º C durante 1 hora. Dejamos enfriar con la puerta del horno entreabierta durante 2 horas más. Y una vez esté totalmente frío reservamos en la nevera hasta el día siguiente.

Desmoldamos nuestra tarta y la pasamos al plato de presentación. Vamos a acompañar nuestra cheesecake con unas fresas bañadas en chocolate blanco. Derretimos 100 g de chocolate blanco y tan sencillo como bañar las fresas en él e irlas colocando alrededor de la tarta. Para terminar, ponemos unas hojitas de hierbabuena.

Cualquier duda, mira el vídeo.

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