Empezamos una nueva serie, esta vez con la patata como principal protagonista. Durante 7 programas vamos a conocer las mejores guarniciones de patata que puedes hacer en casa para acompañar tus platos principales. Serán propuestas fáciles, muy conocidas y, por supuesto, riquísimas. De Francia vendrán muchas de las propuestas, como las famosas patatas duquesa que os traigo en esta primera entrega. Seguiremos la receta del gran Paul Bocuse, extraída de su famoso libro 'La Cocina del Mercado'.
RECETA EN VÍDEO
PATATAS DUQUESA
INGREDIENTES:
500 g de patatas variedad Kennebec
50 g de mantequilla
1 huevo L
2 yemas de huevo L
Nuez moscada
Pimienta blanca
Sal
Utilidades:
Tabla de equivalencias
Dónde comprar mis utensilios
PREPARACIÓN:
Pelamos, lavamos y cortamos en trozos no muy pequeños 500 g de patatas. Las echamos en un cazo y cubrimos totalmente con agua, salamos al gusto y cocemos hasta que al pincharlas con un cuchillo la patata esté tierna y ceda al intentar subirla. Yo las he tenido 20 minutos. Escurrimos y echamos en un bol. Las echamos en una cacerola y chafamos con un prensa patatas. Es importante que quede bien chafada para que luego pueda pasar por una boquilla de manga pastelera. Ponemos el fuego bajo y vamos removiendo hasta que veamos que las patatas no tienen nada de agua. En ese momento incorporamos 50 g de mantequilla y, con el fuego al mínimo, vamos integrando la mantequilla junto con la patata. La textura, poco a poco, se irá volviendo más cremosa y compacta. En este punto apagamos el fuego y salpimentamos al gusto. Rallamos un poquito de nuez moscada.
Batimos ligeramente 1 huevo entero y 2 yemas. Lo incorporamos al puré. Mezclamos bien con ayuda de una cuchara de madera hasta que el huevo se haya integrado totalmente. Pasamos el puré a una manga pastelera. Podéis ponerle la boquilla que tengáis (yo uso la 1M de Wilton) o darle forma sin necesidad de boquillas. Colocamos una lámina de papel vegetal sobre una bandeja de horno y la pintamos con mantequilla derretida. Con la ayuda de la boquilla hacemos los típicos pastelitos de patata de las duquesa. Podéis darle la forma que os apetezca, las duquesa no tienen que ser necesariamente así. Al horno, precalentado a 200 ºC, durante 5-8 minutos.
Además de bonitas están riquísimas, tienen la textura idónea: crujientes por fuera y bien cremosas y tiernas por dentro. Son un acompañamiento perfecto de carnes, pescados e incluso de verduras.
Cualquier duda, mira el vídeo.
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INGREDIENTES:
500 g de patatas variedad Kennebec
50 g de mantequilla
1 huevo L
2 yemas de huevo L
Nuez moscada
Pimienta blanca
Sal
Utilidades:
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Dónde comprar mis utensilios
PREPARACIÓN:
Pelamos, lavamos y cortamos en trozos no muy pequeños 500 g de patatas. Las echamos en un cazo y cubrimos totalmente con agua, salamos al gusto y cocemos hasta que al pincharlas con un cuchillo la patata esté tierna y ceda al intentar subirla. Yo las he tenido 20 minutos. Escurrimos y echamos en un bol. Las echamos en una cacerola y chafamos con un prensa patatas. Es importante que quede bien chafada para que luego pueda pasar por una boquilla de manga pastelera. Ponemos el fuego bajo y vamos removiendo hasta que veamos que las patatas no tienen nada de agua. En ese momento incorporamos 50 g de mantequilla y, con el fuego al mínimo, vamos integrando la mantequilla junto con la patata. La textura, poco a poco, se irá volviendo más cremosa y compacta. En este punto apagamos el fuego y salpimentamos al gusto. Rallamos un poquito de nuez moscada.
Batimos ligeramente 1 huevo entero y 2 yemas. Lo incorporamos al puré. Mezclamos bien con ayuda de una cuchara de madera hasta que el huevo se haya integrado totalmente. Pasamos el puré a una manga pastelera. Podéis ponerle la boquilla que tengáis (yo uso la 1M de Wilton) o darle forma sin necesidad de boquillas. Colocamos una lámina de papel vegetal sobre una bandeja de horno y la pintamos con mantequilla derretida. Con la ayuda de la boquilla hacemos los típicos pastelitos de patata de las duquesa. Podéis darle la forma que os apetezca, las duquesa no tienen que ser necesariamente así. Al horno, precalentado a 200 ºC, durante 5-8 minutos.
Además de bonitas están riquísimas, tienen la textura idónea: crujientes por fuera y bien cremosas y tiernas por dentro. Son un acompañamiento perfecto de carnes, pescados e incluso de verduras.
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