YEMAS DE SAN PABLO


Estas delicadas yemas de San Pablo son típicas de las hermanas clarisas de Cáceres. Yo las compré hace unos años en el convento de San Pablo, donde las hacen artesanalmente y las venden directamente al público. Las propias clarisas tienen una receta de yemas colgada en internet que vamos a poner a prueba, aunque ya os adelanto que he tenido que hacer unos pequeños ajustes. Hacer yemas de convento es, en realidad, muy fácil y tan solo necesitamos 2 ingredientes principales: yema de huevo y azúcar.


RECETA EN VÍDEO


YEMAS DE SAN PABLO

INGREDIENTES:

6 yemas de huevo M
125 g de azúcar
125 ml de agua
500 g de harina de trigo
Azúcar glas
Agua

Utilidades:
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PREPARACIÓN:

Comenzamos separando las yemas de las claras de 6 huevos tamaño M. Las claras las vamos a echar en un bol para otras elaboraciones y las yemas directamente en el cazo donde las vamos a cocinar. Rompemos las yemas con un tenedor y reservamos. 

En otro cazo echamos 125 g de azúcar y 125 ml de agua. Ponemos a fuego medio-alto y dejamos hervir 5 minutos. Pasado el tiempo vertemos el almíbar sobre las yemas en forma de hilo a la vez que removemos. Una vez incorporado todo el almíbar ponemos el cazo a fuego lento para que se cocinen las yemas. Debemos cocinarlas a fuego muy lento para evitar que las yemas se quemen. Yo las he cocinado entre el 2 y el 3, hemos de ir rascando el fondo del cazo para despegar la yema que vaya cuajando. Veremos como poco a poco pierde agua y va espesando. Simplemente debemos remover con la espátula repasando todo el fondo y controlar la temperatura del fuego. Debemos conseguir una consistencia bien espesa pero cremosa, que al levantar la espátula no se caiga la masa. Reservamos.

En una bandeja apta para el horno echamos 500 g de harina de trigo, la repartimos bien y con ayuda de una cuchara o algo redondo hacemos 10 huecos, son las yemas que nos van a salir con estas cantidades. Con ayuda de dos cucharitas cogemos una porción de yema pastelera y le damos forma, no hace falta que queden perfectas. Cuando, más o menos, le hayamos dado forma redonda ponemos cada yema en cada uno de los agujeros que hemos hecho anteriormente. Cuando ya tengamos todas las yemas colocadas las cubrimos con más harina. Atención: Tengo el horno precalentado a 100 ºC con calor arriba-abajo. Apagamos el horno, introducimos las yemas y las dejamos con el horno apagado toda la tarde y toda la noche. Entre 16 y 18 horas. 

Al día siguiente recuperamos nuestras yemas, les quitamos la harina con ayuda de un pincel y las pasamos por un poco de agua para eliminar la harina totalmente. Finalmente, las dejamos sobre papel vegetal. Estas yemas llevan una cobertura en forma de glaseado. Podríamos hacer un lustre haciendo un almíbar duro, pero es más sencillo hacerlo en frío con azúcar glas y un poco de agua. Hemos de hacer un glaseado ligeramente espeso. Esto se hace a ojo, no hay cantidades exactas. Bañamos las yemas en el glaseado y las dejamos secar y escurrir sobre una rejilla. Una vez secas las reservamos en la nevera hasta el momento de consumirlas. 

Cualquier duda, mira el vídeo.

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