BUÑUELOS DE VIENTO RELLENOS DE CREMA


Los buñuelos de viento son muy versátiles: se pueden comer solos tal cual o con cualquier relleno. Son otro clásico de la Semana Santa aunque en muchas regiones se consumen también para Todos los Santos. En cualquier caso y en cualquier fecha están tremendos.


RECETA EN VÍDEO


BUÑUELOS DE VIENTO RELLENOS DE CREMA

INGREDIENTES:

Para los buñuelos:
200 ml de agua
Cáscara de limón
40 g de mantequilla sin sal
Una pizca de sal
120 g de harina de trigo
8 g de levadura química
3 huevos tamaño M

Para la crema:
250 ml de leche
20 g de maicena
1/2 vaina de vainilla
60 g de azúcar
2 yemas de huevo

Utilidades:
Tabla de equivalencias
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PREPARACIÓN:

Preparamos la crema. Vertemos 250 ml de leche en un cazo. Echamos 20 g de maicena y mezclamos con el fuego apagado. Una vez disuelta la maicena, abrimos media vaina de vainilla y sus semillas, 60 g de azúcar y 2 yemas de huevo. Encendemos el fuego, lo ponemos medio-bajo y removemos sin parar hasta que espese. Sacamos la vaina de vainilla, echamos la crema en un bol, tapamos a piel y reservamos.

Vamos con los buñuelos. En un bol mezclamos 120 g de harina de trigo con 8 g de levadura química. Reservamos. En un cazo vertemos 200 ml de agua. Echamos 1 o 2 trozos de cáscara de limón, 40 g de mantequilla sin sal y una pizca de sal. Ponemos a fuego medio. Cuando la mantequilla se haya derretido sacamos la cáscara de limón y echamos de golpe la mezcla de harina y levadura. Mezclamos fuera del fuego hasta que la harina haya absorbido todo el líquido. Dejamos entibiar 10 minutos. 

Cascamos un huevo tamaño M, lo batimos ligeramente y lo incorporamos a la masa. Vamos removiendo hasta que el huevo se haya incorporado totalmente. Cascamos un segundo huevo, lo batimos ligeramente y lo incorporamos a la masa. Vais a ver como poco a poco cambia la textura de la masa. Cascamos otro huevo, batimos igualmente y echamos solo un poco. Así hasta obtener el llamado punto “pico de pato” (ver vídeo). 

Para freír los buñuelos, nos ayudamos con dos cucharas para coger la masa y darle forma. Los freímos en abundante aceite de girasol. No es necesario poner el fuego muy fuerte, puesto que nos interesa que se vayan cocinando y no queden crudos por dentro. Poco a poco se van a ir hinchando y ellos solos se irán dando la vuelta. También veréis como se van abriendo, pues se irán quedando huecos por dentro. Una vez que revienten es que ya están cocinados, simplemente los dejáis dorar a vuestro gusto. Los retiramos sobre papel de cocina para que suelten el exceso de aceite y, seguidamente, los rebozamos en azúcar.

Para rellenarlos tan sencillo como abrirlos con ayuda de una cucharilla. Y, con la misma cucharilla, los rellenamos.


Cualquier duda, mira el vídeo.

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