TORTILLA DE CALABACÍN Y CEBOLLA CARAMELIZADA

Sin duda, hay diferentes niveles de tortilla de calabacín. La receta de hoy te aseguro que está entre los niveles más altos. Rica, jugosa y saciante.

Pelamos una cebolla y la cortamos en juliana. En una sartén echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra, incorporamos toda la cebolla y un poco de sal. La cocinamos a fuego fuerte, nos interesa que se vaya caramelizando con sus propios azúcares sin necesidad de añadir azúcar extra. Vamos removiendo y añadiendo un poco de agua para desglasar el fondo y que el proceso sea más rápido. Dejamos que el agua se consuma y volvemos a añadir un poco de agua. Simplemente hemos de ir añadiendo agua y dejar que se evapore, poco a poco la cebolla se caramelizará en su propio azúcar. Reservamos. 

Lavamos un calabacín grande, cortamos las puntas, partimos por la mitad y cortamos en finas rodajas. Incorporamos en un bol. A continuación pelamos un par de patatas, las partimos por la mitad y cada mitad en dos. Laminamos en rodajas del mismo grosor que el calabacín. Incorporamos las patatas junto con el calabacín, salamos al gusto e incorporamos nuestra cebolla caramelizada. 

Echamos aceite en la sartén e incorporamos las patatas con el calabacín y la cebolla. Cocinamos a fuego medio-bajo para que se vaya pochando todo poco a poco. Cuando la patata esté bien tierna echamos la mezcla en un colador sobre un bol para que suelte el exceso de aceite. 

En otro bol cascamos de 5 a 6 huevos dependiendo de su tamaño y batimos ligeramente. Echamos nuestro relleno, mezclamos bien y dejamos reposar 10 minutos. 

En una sartén pequeña echamos un poco de aceite y echamos la mezcla. Removemos un poco y dejamos que se vaya cuajando a fuego bajo. Cuando veamos que los bordes empiezan a cuajar, ya estará lista para darle la vuelta. Volteamos y la cocinamos por el otro lado. A partir de aquí la vamos cocinando y volteando en función de nuestro gusto.