Cocemos las patatas en abundante agua hirviendo durante 30 minutos. 

Mientras se cuecen las patatas vamos preparando la carne. En una cacerola echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Doramos un par de ajos picados. Cuando empiecen a saltar incorporamos una cebolleta picada y un cuarto de pimiento rojo picado, una pizca de sal y sofreímos 10 minutos. 

Salpimentamos 500 g de carne picada de cerdo, la incorporamos al sofrito y la cocinamos a la vez que la vamos picando con la cuchara para que quede suelta. Echamos 350 g de tomate frito y mezclamos bien un par de minutos. Para acabar, rallamos un poco de queso parmesano. Echamos la carne en una bandeja apta para horno y cubrimos todo el fondo. Reservamos.

Retiramos las patatas y las dejamos enfriar. Las pelamos y las pasamos por un pasapuré o las chafamos con un tenedor. Salpimentamos al gusto y echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Mezclamos bien.

Ponemos el puré sobre la carne y lo repartimos de manera uniforme. Ponemos también una cantidad generosa de queso mozzarella rallado y espolvoreamos un poco de orégano seco. Finalmente, gratinamos unos minutos en el horno.

Pelamos las patatas y la zanahoria las cortamos en dados. Ponemos una olla con agua hirviendo, echamos un poco de sal e incorporamos las patatas. Las cocemos 10 minutos. A los 5 minutos de cocción echamos la zanahoria y dejamos los 5 minutos restantes.

En un cazo aparte cocemos un par de huevos durante 13 minutos a partir de que el agua rompa a hervir.

Escurrimos las patatas y la zanahoria y las dejamos enfriar totalmente. Cuando tengamos también los huevos fríos, ya podemos montar nuestra ensaladilla. En un bol grande echamos las patatas y zanahorias. Cortamos uno de los huevos y reservamos la yema para la decoración final. La clara y el otro huevo lo rallamos directamente en el bol. Incorporamos el atún o bonito del Norte escurrido, una lata de aceitunas rellenas y un puñado de pepinillos en vinagre picados. 

Echamos 3-4 buenas cucharadas de mayonesa. Mezclamos bien. Pasamos la ensaladilla al plato de presentación, aplanamos y cubrimos con un poco más de mayonesa. Rallamos la yema de huevo que teníamos reservada. Finalmente, decoramos con un poco de pimiento asado y unas aceitunas en rodajas.

Para el bizcocho cascamos 3 huevos tamaño M en un bol. Echamos 100 g de azúcar y batimos 3 minutos. A continuación vertemos 120 ml de leche y batimos 1 minuto.

En otro bol mezclamos 210 g de harina de repostería con 10 g de levadura química o polvo de hornear y una pizca de sal. Incorporamos esta mezcla a la mezcla anterior en dos tanzas y tamizándola.

Pelamos 2 o 3 de manzanas, dependiendo del tamaño, las cortamos en dados pequeños y las echamos al bol. Mezclamos con una espátula. 

Forramos y rociamos con spray desmoldante un molde desmontable de 20 cm. Echamos la mezcla y reservamos.

En un cazo vertemos 240 ml de leche fría, 20 g de maicena y removemos. Una vez disuelta la maicena, encendemos el fuego. Echamos 50 g de azúcar, una cucharadita de esencia de vainilla, un huevo y removemos con las varillas. Todo este proceso lo haremos a fuego medio, medio-bajo. Cocinamos la crema sin dejar de remover con las varillas hasta que espese.

Dejamos atemperar 10 minutos y pasamos a una manga pastelera con boquilla redonda. Dibujamos un sencillo enrejado sobre la mezcla de bizcocho y al horno que tenemos precalentado a 180 ºC, con calor arriba-abajo. Horneamos durante 45 minutos.

Dejamos atemperar 5 minutos, desmoldamos y pasamos a una rejilla hasta que se enfríe totalmente. 

Echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra en una bandeja de horno y lo extendemos con ayuda de un pincel. Repartimos las patatas cortadas en rodajas y los pimientos cortados en tiras. Salpimentamos al gusto, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y mezclamos. Chafamos unos ajos y los repartimos por toda la bandeja.

Salpimentamos por ambas caras un pollo cortado en cuartos. Echamos un poco de aceite de oliva virgen extra por una de las caras y colocamos los trozos en la bandeja. Vertemos 50 ml de vino blanco, 50 ml de caldo de pollo, un chorrito de aceite por encima de la cara del pollo que no tenía aceite y unas ramitas de romero fresco. Al horno, que tenemos precalentado a 160 ºC, durante 1 hora y 30 minutos. Los últimos 15 minutos subimos la temperatura a 220 ºC para que se dore la piel del pollo.  

Preparamos el caramelo. En una sartén echamos 150 g de azúcar y una cucharada y media de agua. Encendemos el fuego a una temperatura baja y dejamos que se vaya haciendo.

Mientras se hace el caramelo preparamos el flan. En un bol cascamos 4 huevos tamaño L, rompemos las yemas y mezclamos. A continuación echamos una lata pequeña (370 g) de leche condensada y mezclamos bien. Una vez integrada la leche condensada vertemos 300 ml de leche entera y mezclamos de nuevo hasta integrar. Reservamos y volvemos con nuestro caramelo.

Cuando veamos que por el centro empieza a dorarse, podemos remover con una cuchara de madera, hasta que el azúcar se haya derretido totalmente y tenga un bonito color dorado. Lo vertemos en el molde. Yo voy a utilizar un molde de aluminio de 15 cm de diámetro, es importante que el molde no sea desmontable para que el flan no se derrame. Repartimos bien el caramelo por el fondo del molde y las paredes.  Finalmente, vertemos la mezcla del flan.

Colocamos el molde en una bandeja apta para el horno. Ponemos la bandeja en la parte media del horno y vertemos agua caliente hasta más o menos la mitad del flan. Horno precalentado a 180 ºC, con calor arriba-abajo. Horneamos durante 45 minutos.

Pasado el tiempo, retiramos el molde con nuestro flan del agua, lo dejamos atemperar y lo guardamos en la nevera hasta que esté totalmente frío.

Cocemos un par de patatas y una zanahoria. Dejamos enfriar bien.

Cocemos los huevos 13 minutos a partir de que el agua rompa a hervir. Finalizado el tiempo, los pasamos a un bol con agua con hielo.

Pelamos las patatas cocidas y las cortamos en dados pequeños. Hacemos lo mismo con la zanahoria cocida. Lo echamos todo en un bol junto a un puñado de pepinillos picados y unas aceitunas rellenas también picadas. Picamos el pulpo cocido en trocitos pequeños y lo echamos al bol. Reservamos 12 rodajas de la parte más grande para la decoración final.

Pelamos los huevos los y partimos por la mitad. Echamos las yemas al bol, una pizca de sal, las chafamos y mezclamos con el resto de ingredientes. 

Echamos 3 cucharadas colmadas de mayonesa al relleno y mezclamos bien. 

Rellenamos generosamente cada mitad de huevo y las vamos colocando en el plato de presentación. Ponemos una rodaja de pulpo pasado por la plancha sobre cada mitad de huevo, espolvoreamos un poco de pimentón ahumado picante y listos para servir.

Echamos una cucharada de sal en un bol con agua con hielo y mezclamos hasta disolver. Echamos 500 g de almejas o chirlas en el agua y dejamos en la nevera 1 hora para que suelten la arenilla.

Chorrito de aceite de oliva virgen extra en una sartén. Doramos ligeramente un ajo picado. Echamos un par de cayenas, media cebolla picada y dejamos pochar. A continuación, echamos una cucharadita de pimentón dulce o picante y removemos unos segundos. Vertemos 50 ml de vino blanco, subimos el fuego y dejamos reducir 5 minutos. Incorporamos un par de cucharadas soperas de tomate frito y removemos bien.

Sacamos las chirlas del agua y las echamos a nuestra salsa. Vertemos un poco de agua, tapamos y dejamos que se vayan abriendo. Cuando veamos que empiezan a abrirse, las vamos retirando para que no se sequen. Desechamos las que no se hayan abierto y volvemos a echarlas a la salsa.

En un cazo echamos 125 g de mantequilla sin sal, ponemos a fuego bajo y dejamos que se vaya derritiendo. Cuando esté casi toda la mantequilla derretida incorporamos 90 g de chocolate negro de repostería. Removemos con unas varillas hasta que el chocolate se haya disuelto por completo. 

Echamos la mezcla en un bol. Incorporamos 100 g de azúcar, una pizca de sal y removemos bien un par de minutos. Incorporamos 2 huevos de uno en uno y mezclamos bien. Echamos una cucharadita de esencia de vainilla y volvemos a mezclar. Agregamos 90 g de harina de repostería tamizándola e incorporándola a la mezcla con ayuda de unas varillas. Lo hacemos en dos o tres tandas, hasta integrar por completo.  

Incorporamos 140 g de chips de chocolate negro, aunque reservamos unos cuantos para poner al final. Mezclamos bien para que los chips se repartan de manera uniforme por toda la masa. Volcamos en un molde cuadrado de 20x20 forrado con papel de hornear. Repartimos bien, damos unos golpecitos y echamos por encima los chips de chocolate que habíamos reservado. 

Horno precalentado a 180 ºC, con calor arriba y abajo. Horneamos durante 30 minutos.

Pasado el tiempo, sacamos del horno y dejamos atemperar 5 minutos. Desmoldamos para dejarlo enfriar totalmente sobre una rejilla. Para presentar, cortamos nuestro brownie en 9 trozos iguales.