MACARONS DE FRESA



Los que lleváis algún tiempo siguiéndome, ya sabéis de mi "obsesión macaronil". Y como soy de las que no tiran la toalla, me resisto a no conseguir hacer macarons como churros... y que siempre salgan bien. Y lo cierto es que estoy más que satisfecha con los últimos resultados (y más viendo como me salieron los primeros), pero aún sigo en mi odisea de conseguir el "macaron perfecto".

A los que aún no habéis empezado con la "guerra interminable" de hacer macarons, aparte del post de hoy, en breve os dejaré algo que os ayudará mucho más. Ya lo dije la última vez: una vídeo receta sobre cómo hacerlos. En el vídeo veréis que hacer macarons es francamente fácil, aunque eso no nos garantiza que salgan perfectos a la primera, ni a la segunda. Pero, al menos, espero que os anime a intentarlo.

La receta de los macarons vuelve a ser la de 'Cuisine Addict'.

INGREDIENTES: 20-25 macarons

70 g de claras de huevo (2 claras aprox. de huevos L)
140 g de azúcar glas
80 g de almendra molida
20 g de azúcar
Colorante en gel Rose de Wilton

Para el relleno:
100 ml de nata para montar
100 g de chocolate blanco Nestlé Postres
10 g de pasta de fresa de HomeChef

PREPARACIÓN:

Tamizamos dos veces la almendra y una el azúcar glas. Mezclamos ambos ingredientes y tamizamos dos veces más. Reservamos.

Montamos las claras a punto de nieve. Cuando empiecen a montarse incorporamos el azúcar y el colorante en gel. Acabamos de montar.

Vamos echando, a modo de lluvia, la mezcla de almendra y azúcar glas y mezclamos bruscamente, así hasta verter la totalidad. Esta es una de las claves para conseguir unos buenos macarons, el punto óptimo de batido, debemos conseguir una mezcla brillante, lisa y que caiga en forma de cinta, este será el punto perfecto.

Introducimos la mezcla en una manga pastelera con una boquilla redonda, yo siempre utilizo la 1A de Wilton. Formamos los macarons sobre papel de hornear con ayuda de una plantilla y dejamos secar.

Una vez que tocamos la superficie y no se nos pegue a los dedos, estarán listos para ser horneados. Precalentamos el horno a 140 ºC y horneamos durante 10 minutos.

Dejamos enfriar y reservamos en un táper en la nevera durante 24 horas. Pasado este tiempo preparamos el relleno y rellenamos.

Para el ganache de chocolate, ponemos la nata en un cazo hasta que rompa a hervir, añadimos el chocolate en trozos y removemos hasta su completa disolución. Incorporamos la pasta de fresa y removemos. Dejamos enfriar y reservamos en la nevera un par de horas. Montamos ligeramente e introducimos en una manga pastelera. Ponemos un poco de mezcla encima de una concha de macaron y tapamos con otra apretando ligeramente.

SOBRE LA APARIENCIA Y EL HORNEADO:


Del punto de batido que os comentaba anteriormente depende la apariencia, textura y forma redonda del macaron. Si os fijáis en las fotos 1 y 2 la forma del macaron quedó bien redonda, pues la masa había quedado  menos líquida y no se desparramó, pero la textura de la concha es ligeramente granulada.

Yo diría que los macarons de la fotos 3 y 4 son "casi" el macaron perfecto. Y digo casi, porque se puede ver claramente que los macarons que están boca arriba no son perfectamente redondos. La masa quedó un pelín ligera, ideal para conseguir una concha sin grumos y de apariencia perfecta, pero algunos macarons perdieron su forma redonda, tal y como podéis observar en ambas fotos.

En las fotos 1-2-3-4 el pie se formó perfecto, elevándose el macaron totalmente vertical, ¡casi me muero cuando lo vi! 

Las fotos 5-6-7-8 corresponden a una misma masa de macarons, esta vez dividí la mezcla en cuatro bandejas para hornearlas de manera diferente. La mezcla quedó más ligera (menos grumosa) que la mezcla de las fotos 1 y 2, pero no lo suficiente (si os fijáis detalladamente, incluso alguna concha conserva algún pico). En este caso el pie se formó, pero no verticalmente, sino que se abrió hacia afuera.

Creo que la formación del pie, aparte de necesitar que el macaron se seque para formarse, depende mucho de la temperatura del horno, así como la obtención de colores más precisos.

Si os fijáis en los macarons que están boca arriba, algunos están ligeramente dorados. Los macarons de las fotos 1-2-3-4 estaban perfectos de textura, crujientes por fuera y tiernos por dentro... ¡un manjar!. Los de las fotos 5 y 6 quedaron crudos y los de las fotos 7 y 8 quedaron bien horneados, pero se doraron demasiado y la apariencia no es bonita.

En los 8 casos la temperatura, altura y modalidad del horno fue distinta. Los macarons de la receta de hoy se hornearon con la temperatura y tiempo que los de las fotos y 4. No hay una temperatura o tiempo ideal, pues es muy importante conocer tu horno... y, para ello, es necesario hacer muchos macarons. No conozco a nadie a quien le hayan salido a la primera... bueno sí, a una persona, pero era mentira, los compró ;P

Así que haceros a la idea de que, o sois unos genios del macaron, o no os saldrán perfectos a la primera. Tampoco hay que desanimarse, como muy sabiamente suele decirse: "Lo importante no es el destino, es el camino". Lo dicho, id preparando los ingredientes porque, en breve... ¡va el vídeo!


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