KREMÓWKA PAPIESKA | El postre favorito de Juan Pablo II


La Cremówka polaca, también conocida como Napoleonka, era el postre favorito del Papa Juan Pablo II. Nada extraño, pues suele ser habitual que aquello que nos encanta comer de niños quede marcado en la memoria para siempre. Aunque te puedes encontrar diferentes variantes, a Karol Wojtyla le gustaba la cremowka clásica con solo hojaldre y crema. Haremos esa versión tan sencilla y tradicional, la misma que debió comer el Papa en su Polonia natal cuando era niño. 

RECETA EN VÍDEO


KREMÓWKA PAPIESKA

INGREDIENTES:

1 lámina de hojaldre rectangular
Azúcar glas (para decorar)

Para la crema pastelera:
110 g de maicena
200 g de azúcar
1 litro de leche entera
6 yemas de huevo M
1/2 vaina de vainilla
50 g de mantequilla sin sal

Utilidades:
Tabla de equivalencias
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PREPARACIÓN:

Preparamos la crema pastelera. Echamos en un cazo 110 g de maicena y 200 g de azúcar. Mezclamos bien y vertemos 3/4 partes del total de la leche, en total vamos a necesitar 1 litro de leche. Al echarla sobre esta mezcla la leche debe estar fría o a temperatura ambiente, nunca caliente, pues sino la maicena formará grumos. Removemos bien con ayuda de unas varillas hasta que la maicena se haya disuelto totalmente.   En este punto ponemos el cazo en el fuego. Ponemos a fuego bajo hasta que rompa a hervir. Una vez que rompa a hervir retiramos del fuego. 

Separamos las claras de las yemas. Partimos por la mitad media vaina de vainilla, quitamos con ayuda de una puntilla las semillas del interior y las añadimos a la leche, junto con la vaina. Removemos. Vertemos el resto de la leche, esto hará que baje la temperatura, puesto que la leche no tiene que estar muy caliente en el momento de incorporar las yemas. Batimos ligeramente las yemas y las echamos a la mezcla sin dejar de remover. A continuación ponemos nuevamente el cazo en el fuego. Es importante cocinarla a fuego bajo y no dejar de remover para evitar que se queme. Cuando veamos que ya empieza a tomar cuerpo retiramos la vaina de vainilla y seguimos removiendo. Cuando espese ya la podemos retirar. Antes de echársela al hojaldre debe enfriar un poco, así que para que se enfríe más rápidamente la volcamos en una bandeja de horno. La colamos por si tiene algún grumo, extendemos en la bandeja de horno e incorporamos 50 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente. Mezclamos bien. Tapamos a piel con film transparente para evitar que le salga costra y dejamos enfriar. 

Mientras se atempera la crema estiramos una masa de hojaldre rectangular y la partimos por la mitad. Pinchamos los dos trozos de hojaldre con un tenedor para evitar que crezca en exceso. Para conseguir que el crecimiento del hojaldre sea uniforme le vamos a poner otro papel vegetal encima y algo de peso, como una rejilla, por ejemplo. Introducimos en el horno precalentado a 200 ºC durante 15 minutos aproximadamente. Pasados los 15 minutos retiramos la rejilla y el papel y dejamos el hojaldre hasta que esté dorado a nuestro gusto. Una vez listo dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla. 

Colocamos una lámina de hojaldre sobre el plato de presentación. Retiramos el film de la crema. Si se ha enfriado demasiado y que con textura grumosa, podemos calentarla 30 segundos o 1 minuto en el microondas y batirla con unas varillas de mano. Así vuelve a recuperar su textura natural, pero manteniendo el punto de firmeza que nos interesa para rellenar una tarta sin molde como esta. Cubrimos bien la primera lámina de hojaldre con toda la crema pastelera. Tapamos con la otra lámina y repasamos los bordes. Por último espolvoreamos azúcar glas por encima. Reservamos en la nevera un mínimo de 4 horas para que la crema se compacte. Finalmente, presentamos en porciones individuales.

Cualquier duda, mira el vídeo.

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