FLAN DE VAINILLA

Lo mejor de este riquísimo flan de vainilla y nata es su textura. Es un flan tan cremoso que se derrite, literalmente, en la boca.

Comenzamos infusionando 200 ml de leche junto con 500 ml de nata para montar. Abrimos por la mitad dos vainas de vainilla, sacamos las semillas con ayuda de una puntilla y las echamos al cazo con la vaina incluida. Encendemos el fuego no muy alto y dejamos que se caliente sin llegar a hervir. Cuando veamos que está a punto de romper a hervir apagamos y reservamos. Yo recomiendo hacer este paso la noche anterior. 

Cascamos 6 huevos tamaño M y separamos las claras de las yemas. Las claras las reservaremos para otra elaboración. A las yemas les incorporamos 140 g de azúcar y batimos hasta blanquear. Colamos sobre las yemas la mezcla de nata, leche y vainilla, y mezclamos. Reservamos.

Preparamos el caramelo. En un cazo o sartén echamos 80 g de azúcar moreno y dos o tres cucharadas de agua. Ponemos a fuego medio-bajo y dejamos que se haga nuestro caramelo. Una vez hecho, lo repartimos bien por todo el molde, yo voy a hacer un solo flan, pero podéis utilizar flaneras individuales. Colocamos el molde en una bandeja de horno y vertemos la mezcla. Echamos agua en la bandeja, que cubra por lo menos un par de dedos. Tapamos y al horno que tenemos precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo. Horneamos durante 1 hora y 15 minutos. 

Sacamos del agua, dejamos atemperar y reservamos en la nevera hasta el día siguiente.