AJOBLANCO MALAGUEÑO


Hoy os traigo una de las sopas frías que más me gustan, un ajoblanco. A pesar de su nombre, el ingrediente principal no es el ajo, sino las almendras. Es muy típico servirlo con uvas, pero le va muy bien a cualquier salazón o pescado marinado. Junto al salmorejo, el gazpacho y la mazamorra forman un cuarteto andaluz ideal para las calurosas noches de verano.

RECETA EN VÍDEO


AJOBLANCO MALAGUEÑO

INGREDIENTES: 2 personas

150 g de almendras crudas y peladas
250-350 ml de agua
60 ml de aceite de oliva virgen extra
1 trozo de pan del día anterior
2 cucharadas de vinagre de Jerez
1/2 diente de ajo
Sal

Para el granizado:
6 g de hojas de hierbabuena
150 ml de agua
1 cucharada y media de azúcar

Para las sardinas marinadas:
Sardinas
Sal marina
Ralladura de lima

Para acompañar:
Fresas
Cerezas
Aguacate

Utilidades:
Tabla de equivalencias
Dónde comprar mis utensilios

PREPARACIÓN:

Trituramos 150 g de almendras crudas y peladas con una batidora o vaso americano, es muy importante que las almendras sean de buena calidad, yo utilizo de la variedad "marcona". Echamos un trozo de pan del día anterior, la cantidad dependerá de lo espeso que lo queramos, aunque luego siempre se puede corregir con más o menos agua. Añadimos también un par de cucharadas de agua y 1/2 diente de ajo (aunque podéis echarle más, según vuestro gusto). Trituramos bien. Echamos la mezcla en una jarra. Añadimos 60 ml de aceite de oliva virgen extra, dos cucharadas de vinagre de Jerez y una cucharada de sal. Vamos añadiendo el agua poco a poco mientras trituramos, en total podemos echarle entre 250 y 350 ml de agua, en función de lo espeso que queramos el ajoblanco. Probamos y rectificamos de sal y vinagre según nuestro gusto. Lo pasamos por un colador fino y reservamos en la nevera mientras preparamos las elaboraciones que lo acompañarán.

Empezamos por un granizado de hierbabuena. En un cazo echamos 150 ml de agua. Agregamos una cucharada y media de azúcar y ponemos a fuego medio hasta que el azúcar se haya disuelto totalmente. Justo cuando empiece a burbujear retiramos el cazo del fuego y echamos 6 hojas de hierbabuena bien lavadas y secas. Dejamos infusionar 30 segundos y seguidamente sacamos y echamos en un bol con agua fría con hielo. Vertemos el almíbar infusionado en un vaso para triturar. Incorporamos las hojas de hierbabuena y trituramos. Echamos en un molde y metemos en el congelador durante un par de horas.

Para marinar las sardinas ponemos sal gruesa marina en un plato y echamos ralladura de lima. Colocamos los filetes de sardina, bien limpios sin escamas ni espinas, con la piel hacía arriba. Estas sardinas son muy pequeñas así que las marinaremos durante 4 minutos. El tiempo también dependerá de vuestro gusto, cuanto más tiempo las dejéis más se secaran. Las colocamos unas al lado de las otras sin que se lleguen a tocar. Cubrimos con sal y dejamos marinar.

Vamos ya a montar el plato. Sacamos el molde del congelador y raspamos con un tenedor para conseguir el granizado. Cortamos en trocitos las sardinas ya marinadas y limpias de sal. También hemos picado en dados unas fresas y un trozo de aguacate y hemos laminado un par de cerezas. Colocamos en el fondo del plato la fruta y los trocitos de sardina marinada. La idea es presentarlo en la mesa así. En el último momento ponemos el granizado de hierbabuena y luego vertemos el ajoblanco.

Cualquier duda, mira el vídeo.

CONVERSATION

Back
to top