CHERRY CHEESECAKE (TARTA DE QUESO DE CEREZAS)


Ya he comentado en más de una ocasión que mi cocina se convierte muchas veces en un centro de investigación. O, más bien, tendría que decir de improvisación. Son ya varias las recetas que han acabado triunfando a partir de un fracaso durante el proceso de elaboración. Ahí están, por ejemplo, la Tarta inclinada de fresas o las Cañas de hojaldre con pollo a la catalana. Voy a tener que añadir una etiqueta que diga algo así como: "Fracasos con final feliz", "Experimentos improvisados" o algo similar.

Y es que esta Cherry Cheesecake empezó siendo un proyecto de Tarta Sacher, pero al comprobar que el bizcocho no quedaba tan oscuro como debiera, no tuve más remedio que dar marcha atrás. La maravillosa Cheesecake de frambuesas de Carme 'Dulces bocados', fue la fuente de inspiración para coronar mi bizcocho y darle totalmente la vuelta a la idea inicial.

Quienes la probaron, me confesaron que era "la mejor tarta que habían comido en su vida". No está mal, ¿no? Y, por supuesto, la Tarta Sacher la acabaré haciendo también, aunque para verla habrá que esperar hasta la próxima temporada.

RECETA EN VÍDEO


THE MJ COOKING SHOW (2x47)
DULCE Y PELIGROSA: Cherry Cheesecake (Tarta de queso de cerezas)

INGREDIENTES: molde de 23 cm

Para el bizcocho:
180 g de chocolate negro
180 g de azúcar
180 g de mantequilla
7 huevos L
110 g de harina
60 g de almendras molidas

Para el coulis:
300 g de cerezas rojas bien maduras
200 g de cerezas amarillo-rojizas
40 g de azúcar
10 g de gelatina neutra en polvo (o 6 hojas de gelatina)
500 g de queso mascarpone
4 cucharadas de azúcar glas (al gusto)

Para la decoración:
Cerezas de ambas variedades
Coulis de cerezas rojas

Utilidades:
Tabla de equivalencias

PREPARACIÓN:

En primer lugar vamos a preparar el bizcocho. Separamos las claras de las yemas. Echamos la mantequilla punto pomada en el bol y batimos con las varillas. Incorporamos el azúcar sin dejar de batir. Incorporamos las yemas mientras batimos. Mientras, en un cazo deshacemos el chocolate al baño María. Una vez deshecho el chocolate, lo retiramos del fuego. Ahora, montamos las claras. Mezclamos la harina con la almendra molida y tamizamos con ayuda de un colador. Incorporamos el chocolate templado a las yemas. Una vez bien mezclados lo pasamos al bol. Incorporamos la mezcla de harina y almendra molida. Mezclamos e incorporamos las claras en varias tandas. Batimos con el batidor plano o K a velocidad lenta para evitar que las claras bajen mucho, aunque tampoco debe quedar un bizcocho muy esponjoso.

Forramos el fondo de un molde desmontable de 23 cm con papel vegetal y cortamos el sobrante. Enmantequillamos y enharinamos el molde. Rebañamos el posible chocolate que nos haya quedado en el fondo y lo echamos todo en el molde. Horneamos a 180 ºC durante 50 minutos aproximadamente. Luego, lo dejaremos enfriar durante 30 minutos.

Preparamos el relleno, para ello vamos a utilizar dos variedades de cereza. Una vez lavadas les quitamos el rabito y el hueso y las vamos incorporando a un cazo. Cada variedad en uno distinto. Añadimos 2 cucharadas de azúcar en cada cazo y dejamos reducir durante unos 20 minutos a fuego medio. Pasado el tiempo, trituramos y colamos Hidratamos la gelatina en polvo e incorporamos la mitad en cada "coulis" de cereza. Mezclamos hasta que esté bien disuelto. Si no se disolviera bien, lo lleváis a ebullición durante un minuto y listo.

En un bol echamos la mitad del queso crema, en este caso mascarpone. Añadimos la mitad del azúcar glas y mezclamos. Incorporamos el coulis de las cerezas amarillo rojizas, variedad Ranier.

Igualamos el bizcocho por la parte superior. Por los restos no os preocupéis, los congelaremos para futuras recetas. Cortamos con un aro de 18cm y el resto, igual que antes, al congelador. Se podría aprovechar todo el bizcocho, pero así nos quedará más bonito. Envolvemos el bizcocho con papel vegetal y colocamos nuevamente el aro. Echamos la primera mezcla de queso y cereza. Igualamos y preparamos la segunda mezcla con el otro tipo de cerezas (las rojas), la mitad del mascarpone y el azúcar glass. Reservaremos una pequeña parte de este coulis para decorar la tarta. Podéis dejar que la primera capa endurezca en la nevera para que quede una separación perfecta, pero en este caso prefería que se mezclaran un poco, así que incorporamos el segundo coulis. Igualamos con una espátula y reservamos en la nevera de un día para otro.

Desmoldamos y quitamos el papel. Decoramos con cerezas de ambas variedades y vertemos el coulis que teníamos reservado.

Cualquier duda, mira el vídeo.

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