Estos penne rigate (o "macarrones") son ideales para pequeños y mayores, normalmente las boloñesas las comemos de ternera y cerdo, pero de pollo también están para chuparse los dedos.

INGREDIENTES: 4 personas

Penne rigatte
Cebollino picado

Para la bolognesa de pollo:
400 g de pechuga de pollo
4 tomates pera (de bote o naturales pelados)
1/2 cebolla
1 zanahoria
70 ml de vino tinto
50 ml de aceite de oliva virgen extra
1 hoja de laurel
Nuez moscada
Pimienta
Sal

PREPARACIÓN:

Elaboración con Thermomix:

Pelamos la zanahoria y la cebolla, y las cortamos en 4 trozos. Trituramos ambos ingredientes 15 seg., vel. 7. Añadimos el aceite de oliva virgen extra y programamos 5 min., 100º, vel. 1.

Incorporamos el pollo. Programamos 10 min., temperatura Varoma, giro a la izquierda, velocidad cuchara. Cuando falten dos minutos para que finalicen los 10 programados, echamos el vino tinto.

Incorporamos el tomate y trituramos 5 seg., vel. 3.5. Echamos sal, pimenta, nuez moscada y la hoja de laurel. Todo ello, al gusto. Programamos 30 min., temperatura Varoma, giro a la izquierda, velocidad cuchara.

Elaboración sin Thermomix:

Picamos finamente la cebolla. Ponemos una sartén con unas 5 c/s de aceite de oliva virgen extra. Sofreímos.
Pelamos y picamos la zanahoria, la añadimos a la cebolla. Echamos el pollo, previamente salpimentado. Vamos removiendo hasta que esté dorado para que quede suelta.

Una vez hecho el pollo, incorporamos el vino tinto. Dejamos reducir a fuego fuerte. Dejamos reducir unos 5 minutos. Echamos la nuez moscada rallada al gusto, la hoja de laurel y rectificamos de sal si fuera necesario. Dejamos reducir unos 20 minutos.

Escaldamos los tomates en agua hirviendo si fueran naturales durante un minuto. Los pelamos y picamos, e incorporamos a la salsa. Dejamos que se hagan durante otros 15-20 minutos.

Para ambos procesos:

Cocemos los penne rigate según indicaciones del fabricante en abundante agua con sal. Pasado el tiempo, escurrimos y les pasamos bajo el grifo de agua fría.

Los presentamos en una fuente, echamos la bolognesa por encima y espolvoreamos cebollino fresco picado. En este caso he dejado la bolognesa más bien seca, si la queréis más ligerita simplemente le añadís un vaso de agua durante la cocción.

Os recuerdo el vídeo de los Macarrones a la boloñesa.

Han sido muchos los que me habéis pedido un vídeo de magdalenas, y sé muy bien que os gustan las de "copete" alto, como las famosas "magdalenas del Barriga". ¿Y quién mejor para explicar la receta que el propio Xavier Barriga? Sus magdalenas tienen asegurado el "copete" alto y, además, con esa pequeña dosis de creatividad que sólo maestros como él saben dar a cada receta.

Es el tercer programa con Xavier Barriga y, aunque ya me repito en esto, imagino que me entenderéis: Es un privilegio grabar y cocinar con él. No sólo por sus clases maestras, también porque entra al trapo en todas mis bromas, lo que hace que estos programas sean divertidos y amenos. Recibo muchos mensajes y emails diciéndome que adoran a Xavier y que no deje de hacer vídeos con él. ¡No me extraña! Y es que no tiene ningún reparo en explicarnos todos sus secretos, por lo que la serie de vídeos continuará hasta que él quiera.

Resumiendo, que espero disfrutéis de la receta y del programa, tanto como lo disfruté yo, y espero ver el Facebook, Twitter e Instagram, repletito de fotos de vuestras magdalenas... ¡Vamos allá!

RECETA EN VÍDEO

MAGDALENAS

INGREDIENTES: 12 uds

125 g de huevo
175 g de azúcar
60 ml de leche
190 ml de aceite de oliva suave
210 g de harina floja (o de repostería)
7 g de impulsor (o levadura química)
Canela en polvo (al gusto)
Ralladura de limón (al gusto)
Una pizca de sal

Utilidades:
Tabla de equivalencias
Dónde comprar mis utensilios

Fecha y lugar de grabación:
Febrero de 2014, Barcelona

Otros vídeos con Xavier Barriga:
CÓMO HACER PAN
CROISSANTS DE MANTEQUILLA
MAGDALENAS CON COPETE
PANES Y MOMENTOS DIVERTIDOS
PALMERAS DE HOJALDRE

Lunes y toda la semana por delante. Los fines de semana son agotadores. Primero, porque aprovechamos para grabar las video recetas (¡madrugón al canto!), y segundo porque los niños (al menos, los míos) son inagotables, no te dan ni un respiro. Y a todo eso se suma salir, fútbol, cocinar, comprar.... y mucho más. Siempre lo digo, medio en broma medio en serio: "¡Casi que prefiero trabajar!".

La receta de hoy es muy llamativa, está inspirada en la que nos presentó el chef Victor Quintillà, del restaurante LLUERNA, en uno de nuestros "Hoy cocino con...". Una receta, como digo, sorprendente de uno de los restaurantes con estrella Michelín más económicos de toda Barcelona. Este plato, además, es una de sus creaciones más representativas.

INGREDIENTES: 4 coulants

250 g de patata violeta
Sal
4 g de Metil
14 c/s de leche entera
2 c/s de aceite de oliva virgen extra
4 huevos de codorniz

Para el relleno (crema de patata y ceps):
1 patata mediana
1/4 cebolla
15 g de ceps deshidratados
2-3 c/s de leche
Aceite de oliva virgen extra
Sal

Para la salsa:
50 g de queso philadelphia
1 vaso de café de leche
2 c/s del agua de los ceps
Sal

PREPARACIÓN:

Cocemos las patatas moradas durante 20 minutos en abundante agua hirviendo. Pelamos y pasamos por el pasapurés. Salamos ligeramente y mezclamos, incorporamos la leche y el aceite y mezclamos. Hemos de conseguir una consistencia espesa y ligera a la vez, lo importante es que no tenga mucha agua. Echamos el puré en el vaso de la batidora e incorporamos el Metil. El Metil es un gelificante que se puede adquirir en tiendas especializadas. Mezclamos con la batidora.

Introducimos la mezcla en una manga pastelera y reservamos en la nevera durante un mínimo de 6 horas.

Preparamos el relleno. Picamos muy finamente la cebolla. Echamos un par de cucharadas soperas de aceite de oliva en una sartén, añadimos la cebolla y sofreímos. Incorporamos los ceps también finamente picados, que hemos tenido en agua desde la noche anterior para que se hidrataran. Mezclamos y añadimos la patata hecha puré, echamos leche para que se nos haga una salsa más ligera y mezclamos. Reservamos.

Para hacer la salsa, ponemos un cazo a fuego medio, echamos el queso, la leche y 2 c/s del agua de hidratar los ceps. Podéis añadir más agua pero os recomiendo probarla antes de añadir más, puesto que aporta bastante gusto. Rectificamos de sal si fuera necesario. Mezclamos con unas varillas hasta conseguir una salsa homogénea. Reservamos.

Cascamos los huevos de codorniz y separamos las claras de las yemas, en esta ocasión sólo vamos a utilizar las yemas.

Precalentamos el horno a 190ºC. Ponemos los aros de emplatar de 6cm sobre papel vegetal en una bandeja de horno. Cortamos 4 trozos de papel vegetal más altos que el propio molde. Forramos el interior de los aros con el papel vegetal. Cubrimos el fondo del molde con puré de patata violeta y encamisamos el molde (si no se entiende, mirad el vídeo con Víctor Quintillà y lo veréis muy claro). Rellenamos el interior con la crema de patata y ceps, rematamos con una yema de huevo de codorniz y cerramos nuestro coulant con más puré de patata violeta. Realizamos el mismo proceso con los otros 3 coulants.

Introducimos en el horno durante 5 minutos. Pasado ese tiempo, ya podremos emplatar. Retiramos el aro y el papel vegetal, salseamos y decoramos con cebollino fresco picado.

Lo impresionante de este plato es cuando el comensal rompe el coulant y ¡comienza el espectáculo!

¡Por fin viernes! Ya queda menos para que llegue el buen tiempo, aunque en Barcelona no nos podemos quejar del clima que hemos tenido todo el invierno. Y eso que a mí lo único que me fastidia es la lluvia, porque el frío lo soporto bastante mejor que el calor.

Otra receta de cous-cous. ¿Cuántas van ya? Cous-cous a la naranja con verduras. Ensalada de cous-cous con calabacín, higos y jamón de pato. Cous-cous de pollo al curry 5 especias. Cous-cous de verduras con pollo hindú. Cous-cous negro con trío de pimientos. Parece que en casa gusta el cous-cous, ¿no? Esta vez le daremos un pequeño toque "chino/japo" con las setas shiitake.

¿Planes para el fin de semana? Aparte de disfrutar de la "family", hay que preparar más videos y también alguna salida gastronómica. Como siempre, si queréis estar al día de mis visitas a restaurantes, no dejéis de seguirme por Instagram (@lasrecetasdemj) o esperar a las reseñas que vamos publicando en la sección.

Feliz finde chic@s!!!!!

INGREDIENTES: 4 personas

250 grs de cous-cous
10 setas shiitake
1 calabacín pequeño
Cebolla caramelizada (1 grande)
Membrillo
Aceite de oliva virgen extra
Sal

PREPARACIÓN:

En primer lugar preparamos la guarnición. Lavamos bajo el grifo el calabacín y lo cortamos en rodajas finas y a su vez cada rodaja en tiras. Reservamos. Limpiamos bien los shiitake y los laminamos tan finos como el calabacín.

En una sartén echamos 2-3 c/s de aceite de oliva virgen extra y sofreímos el calabacín junto con el shiitake. Salamos ligeramente y dejamos hacer. En otra sartén preparamos la cebolla caramelizada. Una vez tengamos hechas ambas preparaciones, las reservamos.

Cortamos el membrillo en tacos muy pequeños, la cantidad de membrillo es un poco al gusto de cada uno. Reservamos también.

Ahora nos toca preparar el cous-cous. Dependiendo el tipo de de cous-cous requerirá una preparación u otra, os recomiendo seguir al pie de la letra las indicaciones del fabricante.

Para la presentación, ponemos todo el cous-cous en una fuente, echamos el membrillo repartido por encima y cubrimos con las verduras y el shiitake.

¡Delicious! ;)

¡¡¡Programa nº 100!!! Ahí es nada, si me lo llegan a decir cuando empezamos... Y lo vamos a celebrar a lo grande. Nada de pasteles ni tartas gigantes, lo celebramos con una buena fabada asturiana. ¡Puxa Asturies! ;)

Este verano estuvimos en Asturias, y donde antes traía la maleta cargada de souvenirs y demás compras inútiles, ahora aprovecho para meter todo tipo de alimentos autóctonos que llamen mi atención o no localice de forma sencilla en mi ciudad. ¿Qué podíamos traernos de Asturias? Pues, de entrada, unas buenas fabas y compango, para así tener la oportunidad de disfrutar en casa de una rica fabada asturiana. He seguido la receta de Casa Gerardo, que no sé yo si será del gusto de los más puristas, pero a mí fue la que más me atrajo y, sinceramente, en casa nos encantó. ¡Me salió bien rica!

RECETA EN VÍDEO

Las fabas han de reposar en agua fria durante toda la noche. Escurrimos el agua y volvemos a echar las fabas en la misma olla.

El compango está compuesto de chorizo, morcilla, lacón y panceta.

Echamos la panceta junto con las fabas y un chorrito de aceite. Echamos agua (mejor embotellada) hasta que sobrepase un dedo de las fabas. Ponemos a fuego medio alto. En otra olla con agua ponemos el chorizo y la morcilla a hervir durante 10 minutos para desgrasarlos. En un cazo aparte cocemos el lacón durante otros 10 minutos.

Mientras tanto picamos 1/4 de cebolla

Antes de que rompan a hervir las fabas, desespumamos. Pasados los 10 minutos, sacamos el embutido.

En una sartén echamos 2 c/s de aceite de oliva virgen extra y sofreímos la cebolla. Salamos ligeramente.

Pasados 20 minutos, retiramos las fabas del fuego y dejamos reposar durante 5 minutos. Una vez sofrita la cebolla, añadimos el pimentón y removemos, mucho cuidado de que no se queme el pimentón, pues sino nos amargará el guiso. Lo echamos junto con las fabas. Incorporamos el azafrán remojado en un poco de agua. Añadimos el chorizo, la morcilla y el lacón y cubrimos con agua, otra vez embotellada. Probamos y rectificamos de sal si fuera necesario. Dejamos cocer a fuego medio bajo durante 90 minutos. Vamos desespumando. Hemos de tener la precaución de que siempre estén cubiertas de caldo. A lo largo de los 90 minutos, añadimos una o dos veces agua fría para romper la cocción
.
Pasado el tiempo, sacamos el compango. Si queréis el caldo más espesito pasáis por un pasapuré unas pocas fabas y las añadís al caldo, en casa nos gusta el caldo más ligero. Servimos las fabas en una sopera y el compango troceado en una fuente aparte.

Cualquier duda, mira el vídeo.

Un clásico entre los clásicos y mi menda, aunque parezca mentira, no la tenía aún publicada. Aparte de ésta, sé que me faltan más de una y más de dos de esas recetas que podríamos llamar "imprescindibles". La cuestión es que las hago con asiduidad (como la ensaladilla rusa), pero nunca me acuerdo de hacer la foto. Poco a poco lo iré arreglando... Y, a ser posible, en vídeo.

INGREDIENTES: 4 personas

20 uds placas de pasta de lasaña
1 c/s de aceite de oliva virgen extra
Queso parmesano
Sal

Para la bolognesa:
750 g carne picada ternera/cerdo
1 1/2 cebolla grande
150 g de zanahorias peladas
1 pimiento verde mediano
1 diente de ajo
180 g de tomate natural
Queso parmesano rallado
1 hoja de laurel
1 c/c de orégano
75 g de aceite de oliva virgen extra
Pimienta
Sal

Preparación con Thermomix (boloñesa):

Pelamos y cortamos en varios trozos la zanahoria, cortamos la cebolla y el pimiento verde, previamente lavado, añadimos el ajo y el tomate sin piel y cortado en 4 trozos. Programamos 15 seg., vel.4. Bajamos los restos de las paredes con ayuda de la espátula y añadimos el aceite. Sofreímos 7 min. varoma, vel.1. Pasado este tiempo añadimos la carne picada. Removemos con la espátula, para asegurarnos que la carne queda suelta. Echamos sal y las especias. Programamos 15 min., varoma, giro izquierda, vel. cuchara. Una vez sofrita la carne, retiramos la hoja de laurel.  Procesamos, 5 seg., vel.3.

Preparación sin Thermomix (boloñesa):

Lavamos todas las verduras. Pelamos la zanahoria y la picamos lo más pequeña posible. Picamos el pimiento verde y la cebolla. Picamos el ajo. Escaldamos el tomate, lo pelamos y picamos. Ponemos una sartén con 3 c/s de aceite de oliva. Sofreímos todas las verduras. Salpimentamos la carne y la incorporamos a la sartén con las verduras. Picamos la carne con ayuda de una cuchara, para que quede suelta. Incorporamos las especias. Dejamos sofreír durante 15-20 minutos. Pasado este tiempo retiramos la hoja de laurel. Dejamos sofreír durante 5 minutos.

Preparación con Thermomix (bechamel):

Sin lavar el vaso de la Thermomix, ponemos el aceite, la mantequilla y la cebolla y sofreímos 3 min., varoma, vel. 31/2. Incorporamos la harina y rehogamos 1 min., temp. 100º, vel. 21/2. Agregamos el resto de ingredientes y mezclamos 10 seg., vel. 6. Cocemos 7 min., varoma, vel. 4.

Preparación sin Thermomix (bechamel):

Ponemos un cazo al fuego e incorporamos el aceite y la mantequilla. Incorporamos la cebolla previamente picada y sofreímos. Incorporamos la harina, rehogamos. Añadimos el resto de ingredientes y a fuego medio-bajo, vamos cociendo hasta que obtengamos una bechamel espesa.

Para ambos procesos:

Ponemos una olla con abundante agua a hervir. Echamos el aceite y la sal. Echamos las placas de lasaña de una en una, dejamos hervir a fuego medio el tiempo que indique el fabricante.

Extendemos unos trapos de cocina limpios y colocamos sobre estos las placas de lasaña. En una fuente apta para horno. Pintamos con un poco de aceite la fuente y colocamos una primera capa de pasta, a continuación cubrimos con la boloñesa y echamos un poco de salsa bechamel. Volvemos a cubrir con unas placas de pasta, salsa boloñesa y bechamel y así hasta la altura deseada, acabamos con una placa de pasta. Cubrimos con salsa bechamel y rallamos un poco de queso parmesano.

Introducimos en el horno y gratinamos a 250 ºC durante 5 minutos.

¡Feliz día de los Enamorados! A pesar de que es un día bastante comercial, yo le sigo viendo la parte romántica y, además, no sólo para celebrar el amor con la pareja, también con todos nuestros seres queridos. De hecho, esta mañana, el segundo en felicitarme San Valentín ha sido mi hijo Hugo, y me ha encantado. Desde el móvil de su padre, me ha llenado el whatssap de corazones y de "mamá te quiero mucho, más que a nada en el mundo" seguido de un "me voy a ver la tele". ¡Genial! ;P

Por cierto, este postre, si os dais prisa, lo podéis preparar esta noche para una cena bien romántica...

INGREDIENTES: 6 personas

180 g de chocolate blanco
360 ml de nata para montar
1 clara de huevo

Para la decoración:
6 fresas
6 chocolatinas

PREPARACIÓN:

Ponemos el chocolate troceado en un bol y derretimos al microondas. Hemos de seleccionar una temperatura media y derretirlo en intervalos de 20 en 20 segundos. Cuando la mitad del chocolate esté derretido, batimos con unas varillas y, con el calor residual, se acabará derritiendo el resto. Reservamos.

Ponemos 100 ml de nata en un cazo y dejamos que rompa a hervir. Vertemos esta nata sobre el chocolate y vamos removiendo hasta conseguir integrar ambos ingredientes. Acabamos de mezclar con unas varillas para deshacer posibles grumos. Dejamos entibiar durante 10 minutos.

Montamos el resto de la nata que tendremos bien fría. No es necesario añadirle azúcar, puesto que el chocolate blanco es bastante dulce. Una vez montada, iremos echando justo por el borde del bol y frenando la caída del chocolate con una espátula. Lo echamos en 2 o 3 veces y vamos mezclando con la espátula con movimientos envolventes, debemos evitar que la nata se nos baje. Reservamos.

En un bol limpio montamos la clara de huevo. Debe estar bien montada, hasta que volteemos el bol y no se nos caiga el merengue. Echamos en dos o tres veces la clara en el bol de la nata y lo integramos con ayuda de una espátula y movimientos envolventes. Una vez bien integradas ambas mezclas, lo vamos sirviendo en vasos de cristal. Tapamos con film transparente y reservamos en la nevera durante un mínimo de 6 horas, lo ideal es comerlo a las 24 horas.

Para presentar esta mousse, cortamos una fresa bien limpia, la abrimos y la colocamos encima. También colocamos una chocolatina hecha con chocolate negro, utilizando un molde de Silikomart. Si no tenéis el molde, podéis poner un trocito de una tableta de chocolate.

¡Una delicia apta para los muy golosos!

Lo mío con las "Bravas de Arola" fue amor a primera vista. No recuerdo exactamente donde las vi por primera vez, lo que sí recuerdo es que me moría por probarlas. Son una de las tapas más versionadas, imitadas y ultrajadas, aunque claro, del Arola sólo hay unas. Tras probar algunas de esas imitaciones e incluso hacerlas alguna vez en casa, no hace mucho tuve la oportunidad de degustar las auténticas en el Vi Cool, el gastrobar de Sergi Arola.

Lo hice junto a un grupito de amigas/bloggers a las que aprovecho para ver cuando, por trabajo, me desplazo a Madrid. Desde entonces, somos las "Vi Cool girls". ¿Y quiénes son las "Vi Cool girls"? Pues ni más ni menos que Yolanda de 'Cocido de Sopa', Quintano de 'Bizcocho de Chocolate', Aniki la Gastroadikta y Carmen de 'Tia Alia'. Son estupendas y me encanta compartir velada con ellas, hace poco volvimos a la carga en La Gabinoteca. ¿Para cuando la próxima, chicas? Por cierto, ¡que me encantaron las bravas!, que me pongo a hablar y no paro.

Como ya he dicho antes, no es la primera vez que hago esta receta, aunque sí la primera vez que la publico. Por supuesto, lo hago en vídeo, porque aunque es una receta sencilla, lo cierto es que también es bastante elaborada. Ya sabéis, la perfección no es fácil y, en muchas ocasiones, tampoco es rápida. Lo único que puedo aseguraros es que que están de vicio y si sois capaces de presentar esto a vuestros invitados, se os caen de la silla de puro placer.

RECETA EN VÍDEO

Es importante la selección de la patata. Como indica la receta original, yo compré las de la variedad "Monalisa", de tamaño mediano. Si no encontráis, podéis utilizar cualquier patata nueva que no se deshaga fácilmente. Una vez peladas, las lavamos bien bajo el grifo.

Cortamos uno de los lados longitudinalmente para que la patata tenga un apoyo firme. Podemos cortar también las puntas y la otra cara. Yo uso un cortapastas redondo, para ser fiel a las originales, aunque puede ser cuadrado o incluso le podéis dar forma con un cuchillo. Clavamos el cortapastas en la patatas y rechazamos el sobrante. Nos salen dos cilindros por patata. Por el sobrante no os preocupéis, los podemos usar para alguna receta de aprovechamiento, como una tortilla o un puré.

Igualamos los cilindros. Esta patata está pensada para comerla de un bocado, así que los cilindros no deben de ser muy grandes. Ahora toca vaciarlas sin llegar al final. Usamos un descorazonador de manzana para marcar el agujero y nos las ingeniamos para vaciarla con cuidado. Yo utilizo una herramienta para modelar fondant, pero podéis hacerlo con la punta de un cuchillo, por ejemplo. Eso sí, con mucho cuidado de no romper los cilindros.

Llenamos una fuente de horno con aceite de oliva virgen extra. Ponemos las patatas y las cubrimos de  aceite. Para evitar que se oxiden, podemos inicialmente reservar los cilindros en agua, luego les hacemos el agujero, las secamos bien con papel de cocina y las introducimos en el aceite.

Llega el momento de confitarlas, para ello introducimos la fuente en el horno precalentado a 95 ºC durante 1 hora y 45 minutos aproximadamente. Podéis comprobar como va la cocción a la hora y media, pinchando con un palillo la parte central. Pasado el tiempo, dejamos escurrir las patatas boca abajo, es interesante que la superficie sea lista para que no deje marcas a nuestras patatas.

Vamos ahora con la salsa brava, que la podemos tener del día anterior. Sofreímos la cebolla, un ajo y el tomate. Salpimentamos al gusto. Echamos media cucharadita de azúcar para quitar la acidez del tomate. Y dejamos sofreír durante 10 minutos. Esto sería la salsa de tomate concassé, una parte de la salsa brava.

Ahora, ponemos 2 cucharadas de aceite de oliva e incorporamos un ajo picado y dos guindillas, un pelín de sal y doramos. Incorporamos nuestra salsa de tomate concassé. Echamos un chorrito de vinagre añejo, y dejamos sofreír. Una vez hecha, pasamos la salsa por un pasapurés o por un chino.

Para el allioli (o mayonesa de ajo para ser más correctos), echamos un huevo, sal y medio ajo. Un chorrito de aceite de girasol y batimos hasta emulsionar, no debe quedar ni muy ligero ni muy espeso, lo justo para que nos aguante la forma.

Echamos el aceite donde hemos confitado las patatas en un cazo. La idea es que cubra las patatas al freírlas y no tengamos que voltearlas. Cuando esté bien caliente freímos las patatas hasta que estén doradas. De esta manera conseguiremos que estén tiernas por dentro y ligeramente crujientes por fuera. Ponemos la patata a escurrir boca abajo sobre papel de cocina.

Y llegó el momento del emplatado. Rellenamos las patatas con la salsa brava (que hemos puesto en un biberón). Cubrimos con el allioli (que hemos puesto en una manga pastelera) y espolvoreamos perejil picado.

Cualquier duda, mira el vídeo.

Estas recetas fáciles y rápidas, acostumbramos a subirlas directamente a mi canal de YouTube, pero como no podéis seguirme por los diferentes canales y redes, también quiero dejarlas por aquí en forma de recopilatorio. Aunque son recetas que ya estaban publicadas en formato texto, sé que a muchos os gustan más los vídeos.

Lunes. Toda la semana por delante y muchas cosas buenas por hacer. Últimamente he recibido varios emails de personas que me dicen que mis vídeos le sirven de ayuda, que no están pasando por su mejor momento y, gracias a ellos, se animan a cocinar y se evaden de sus problemas. Quizás sea el frío del invierno, quizás sea casualidad, pero he recibido más de uno (y más de dos) en un corto espacio de tiempo.

Recibir estos mensajes es muy gratificante y, por ello, les quiero dedicar la entrada de hoy. Yo soy bastante positiva y de casi todo intento sacar la parte buena, supongo que es una cuestión de supervivencia y así ser más feliz. Y aunque sé que eso es una cuestión de carácter, os recomiendo aplicaros el cuento. Como dice Juanes: "LA VIDA ES UN RATICO".

¡Feliz y dulce semana!

1. ROSCO DE HOJALDRE CON NATA
Receta e ingredientes

2. TRENZA DE CHOCOLATE
Receta e ingredientes

3. BROWNIE AL MICROONDAS EN 2'

En un bol vertemos todos los ingredientes. Empezamos con 4 c/s colmadas de harina de trigo; añadimos 4 c/s de azúcar; 1 huevo; 3 c/s colmadas de cacao de repostería, no sirve el de hacer chocolate a la taza, una pizca de levadura tipo Royal; 6 cucharadas de leche; 3 c/s de aceite, yo he utilizado aceite de oliva virgen extra; y por último, 3 supercucharadas soperas de Nutella. Batimos hasta que estén bien mezclados todos los ingredientes.

Añadimos un puñado de nueces, aunque podéis sustituirlas por cualquier fruto seco. Mezclamos y a las tazas, que deben ser aptas para microondas. Llenamos como máximo 2/3 partes de la taza. Con estas cantidades me han salido 4 tazas medianas, aunque una de ellas tenía menos cantidad.

Ponemos las tazas en el microondas a máxima potencia durante 2  minutos. Este brownie está pensado para comer caliente o templado, así que hay que consumirlo de inmediato, sino se endurecerá. También podéis acompañarlo con una bola de helado de vainilla.

4. CHEESECAKE DE LIMÓN (SIN HORNO)
Receta e ingredientes

¡Por fin viernes! Muchos de vosotros sabéis que he tenido una semana muy gastronómica, aunque juro y "rejuro" que ha sido un viaje de trabajo. Lo único que aprovecho que estoy en otras ciudades para comer en restaurantes recomendados. Porque digo yo, ¿verdad que todos coméis todos los días? Y es que, a veces, la gente me dice que estoy ¡todo el día comiendo! Jajaja... Quiero aclarar que hago 5 comidas al día, las recomendadas por la OMS, y que almuerzo y ceno una sola vez al día.

Es cierto que si me seguís por Instagram puede dar esa sensación, pero también hay que aclarar que esa cuenta no es de MªJosé como persona normal, sino de MJ, la bloguera, y es por ello que la inmensa mayoría de fotos son de restaurantes, eventos gastronómicos, algunas de mis recetas y todo lo relacionado con la gastronomía que pasa a mi alrededor.

Bueno, no me enrollo más, y os dejo una receta que me trae muy buenos recuerdos y que algunos me habéis pedido que desarrollara un poco más. Es una de las recetas que hice para el programa "Blogueros Cocineros" de Canal Cocina. Como ya comenté, está inspirada en un plato del "Compartir". Os dejo nuevamente con el programa entero al final del post.

INGREDIENTES:

Sardinas
Hojas de Albahaca
Sal marina
Ralladura de 1 naranja
Ralladura de 1 lima
Ralladura de 1 limón
Sal Maldon

Para la salsa de naranja:
2 naranjas
Aceite de oliva virgen extra
1/2 g de agar-agar
Sal (opcional)

Para la olivada:
125 g aceitunas negras
2 tomates secos en aceite de oliva
3 hojas de albahaca
Aceite de oliva virgen extra
Sal

Para el caviar de tomate:
40 ml de zumo de tomate (de bote)
1,5 g de agar-agar
Aceite de girasol

PREPARACIÓN:

Antes de preparar las sardinas, que se hacen en muy poco tiempo, prepararemos el resto de ingredientes, que incluso los podemos tener del día de antes. En primer lugar preparamos la olivada. Echamos todos los ingredientes en el bol de la batidora y trituramos. Reservamos en un bol hasta el momento de servir.

La salsa de naranja es tan fácil como exprimir y colar el zumo de las naranjas. Reservamos un dedo de zumo para disolver el agar-agar. Ponemos el resto del zumo en un cazo y, cuando rompa a hervir, le incorporamos el zumo con el agar-agar y dejamos hervir durante 1 minuto. Dejamos que se enfríe un poco y lo vertemos en el bol de la batidora. Echamos aceite de oliva (en este caso la cantidad dependerá un poco de la cantidad de zumo que tengamos. Yo he puesto la mitad de aceite que de zumo). Y batimos hasta emulsionar. Podemos añadir una pizca de sal al gusto. Vertemos en un biberón y reservamos en la nevera hasta el momento de emplatar.

Ahora llega lo más complejo de la receta, aunque parece más difícil de lo que en realidad es: el caviar de tomate. Es importante hacer estas esferificaciones con zumo de tomate de bote, puesto que es menos ácido que el natural y no nos dará problemas a la hora de conseguir nuestro objetivo. De todas formas os dejo uno de mis vídeos para que veáis que hacer el caviar es muy fácil. En el vídeo, lo hago de miel pero el proceso es el mismo. Una cosa que no explico en ese vídeo, y es bastante importante, es que el aceite de girasol deberéis tenerlo muy frío. Es recomendable, colocar el bol con el aceite dentro de otro bol con agua con hielo. De esta forma la esferificación se creará con más rapidez.

Disolvemos el agar-agar en un poco del mismo tomate y reservamos. Ponemos el resto del zumo de tomate en un cazo y cuando rompa a hervir incorporamos el resto de zumo con el agar-agar y dejamos hervir durante 1 minuto. Dejamos enfriar 5 minutos y vertemos el zumo en una jeringuilla o biberón, para facilitar la creación de las gotas. Sacamos el aceite de girasol de la nevera, lo vertemos en un bol y este a su vez lo ponemos dentro de otro bol más grande con agua y hielo. Echamos el zumo de tomate dentro del aceite en formato gotas, es decir, gota a gota. Estas gotas de zumo, con el contacto con el aceite y gracias al agar-agar, se convertirán en bolitas tipo caviar. Cuando tengamos unas cuantas, las sacamos con ayuda de un colador y las pasamos bajo el grifo de agua fría para limpiar el aceite.

Insisto, todo esto lo podemos tener preparado incluso el día de antes. Para marinar las sardinas, simplemente debemos limpiarlas muy bien de espinas y escamas, las lavamos bajo el grifo y secamos cada lomo con papel de cocina. Echamos sal marina en una bandeja, añadimos la ralladura de una naranja, una lima y un limón y mezclamos. Enterramos los lomos de las sardinas en la sal. Es importante que los lomos estén bien cubiertos de sal y no se toquen entre ellos, así el marinado será uniforme. Dejamos en la sal durante 4 minutos, aunque esto dependerá de vuestro gusto. Si os gustan más curadas las dejáis más tiempo, pero yo os recomiendo no más de 10 minutos.

Sacamos las sardinas de la sal y limpiamos con papel de cocina.

Para emplatar, en primer lugar ponemos la base de la salsa de naranja, encima colocamos las sardinas (en este caso he puesto dos horizontales y dos en forma de rollito con ayuda de unos palitos de brocheta). Ponemos un poquito de olivada por encima, a continuación el caviar de tomate, decoramos con hojas de albahaca y unas escamas de sal Maldon.

Esto de grabar con panaderos tan buenos como Xavier Barriga, Daniel Jordà, Anna Bellsolà o Ibán Yarza hace que una le vaya cogiendo el gustillo a esto de hacer pan en casa. Puesto que ya los tenemos a ellos para darnos las lecciones "de verdad", yo de momento me moveré por panes y recetas sencillas, que se puedan elaborar en el menor tiempo posible. Y es que no sé si a vosotros os pasa lo mismo, pero cuando yo pienso en hacer un pan, normalmente suele ser en el mismo momento en que me apetece comérmelo. ;)

Una opción rápida y buenísima es esta focaccia. Si llego a saber que era tan fácil hacer focaccia, la hubiera hecho mucho antes. Este tipo de recetas creo que son lo mejor que puedo proponeros. Panes muy básicos, rápidos, que no requieran ninguna técnica especial. Es muy buena opción para aficionarnos a hacer nuestro propio pan en casa, porque además el resultado es increíble, y estoy convencida que mejora con la experiencia. Para cosas más elaboradas o complejas ya tenemos a don Xavier Barriga & company.

Receta de Jamie Oliver, ya sabéis... ¡nunca fallan!

RECETA EN VÍDEO

En un bol grande echamos la harina de fuerza, la harina de trigo, sal y mezclamos. Hacemos un agujero en el centro, como una especie de volcán, y vertemos un poquito de agua tibia. Desmenuzamos la levadura fresca y mezclamos, a la par que vamos incorporando la harina del alrededor y vamos echando más agua.

Echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra y seguimos amasando. Cuando veamos que ya se nos queda un poco seca, es el momento de echar la masa sobre la superficie y seguir amasando a la vez que incorporamos la harina. Estiramos y recogemos la masa, así hasta que toda la harina haya sido absorbida y nos quede una masa fina. Debemos amasar entre 10 y 15 minutos, yo concretamente estuve 13 minutos. También podéis amasar con un robot. Obviamente, será mucho más fácil.

Espolvoreamos un poco de harina en el mismo bol donde habíamos mezclado todos los ingredientes, e introducimos la masa. Tapamos con un trapo y dejamos reposar como mínimo 1 hora o hasta que doble su volumen.

Echamos un chorrito de aceite en la fuente de horno donde vamos a hornear nuestra focaccia. Y pintamos con ayuda de un pincel tanto el fondo como los laterales. Colocamos la masa en la fuente. La extendemos con los dedos hasta cubrir toda la superficie.

Cortamos unas tiras de tomate seco en aceite de oliva y unas hojas de romero. Echamos un chorrito generoso de aceite de oliva y mezclamos. Lo extendemos por toda la superficie de la focaccia, a la vez que clavamos las yemas de los dedos sin llegar a tocar el fondo. Tapamos con un trapo y dejamos reposar 30 minutos más.

Horneamos a 220 ºC durante 25 minutos o hasta que esté ligeramente dorada. Para servirla, cortamos toda la focaccia en tiras.

Cualquier duda, mira el vídeo.

Hoy, un entrante vistoso, refrescante, rico y muy fácil de hacer. Ideal para cualquier tipo de celebración o para deleitar a nuestros invitados nada más sentarlos en la mesa. También, porque no, para sorprender a nuestra pareja en San Valentín.

Esta semana estoy de viaje en Madrid, y estaré bastante activa gastronómicamente hablando. Así que, si queréis seguir mis andanzas, no dejéis de seguirme por Instagram.

INGREDIENTES: 4 personas

4 c/s de mayonesa
1 aguacate
Zumo de 1/2 lima
1/2 cebolleta grande
2 fresas por chupito
4 lonchas de jamón de pato (por cortesía de Malvasía)
Pimienta
Sal

PREPARACIÓN:

Partimos el aguacate por la mitad, le quitamos el hueso y lo pelamos. Partimos cada mitad en 4 trozos y los echamos en el vaso de una batidora. Picamos la cebolleta y la incorporamos también al vaso, junto con la mayonesa y el zumo de la lima. Salpimentamos al gusto y trituramos con la batidora. Echamos la mezcla en una manga pastelera o en un biberón.

Llenamos los vasos de chupito hasta poco más de la mitad.

Servimos los vasos acompañados de una brocheta, donde hemos pinchado una fresa pequeña, un trozo de jamón de pato y otra fresa para rematar.

Un receta del simpático y genial Julius Bienert. Él la propone con mango, yo le he puesto fresa.